lunes, 9 de febrero de 2009

¡Malditos Zapatos!

Avistaba a lo lejos tus zapatos
Su sonido de reloj constante
Atravesaba las laderas de mi tacto
Dándole alas a la carne lejana

Su eco en el pasillo estiraba
El tiempo como un invierno quieto
Esperando que tu susurro al oído
Derramara por mi ser todo un verano

Las margaritas se me deshojaban
Sin querer en el bolsillo
Una hilera de hormigas rojas
Caminándome debajo de la falda
A mi blusa se le escapaban los lunares
Detrás de los suspiros sonrosados
Por el tobogán de mi cuello una mano
Sujetándome las venas a galope

Y tus zapatos infinitos a lo lejos
Como un segundero roto

Los lunares de la blusa ya me andaban
Rodando todos por el suelo
Me abanicaba el calor
Con las pestañas generosas
Los botones le cedían espacio a un corazón
Que se me salía por la boca

Y tus zapatos, ya llegan
Recogiendo los lunares me olvidé
Que estabas ya tan cerca

- Buenos días, María
- Buenos días, Dr. Cuevas

Y se alejan a su despacho
Como cada día
Malditos Zapatos
Malditos
¡Qué agonía!

miércoles, 4 de febrero de 2009

La memoria de la fruta

Quisiera poder imaginarme
El horario de tus venas desgastadas
La tierra acumulada entre tus poros
En qué parte de la lengua
Se guarda la memoria de la fruta

Dónde se te rezagan los pensamientos dormidos
Si se te cuelgan del bastón como polvo inoportuno
O si es detrás del espejo que se te pierden como liebres huidizas

Quisiera conocer el remolino de tu pelo
Testigo de todos tus minutos blancos
En qué parte del armario cuelgas las horas
El lugar donde se duerme el olivo

Dónde se te esconden los nombres de tus hijos
Cuando el nomeolvides aún corona de tu casa la verja
Por qué no pierdes el sabor del primer vino
Ni lo absurdas que a tus pies se les han vuelto las aceras

lunes, 2 de febrero de 2009

Crónica de un deshaucio


(WARNING: este espacio contiene información no apta para enfermos del corazón)

2.16 a.m.: Avanzadilla nocturna en las llanuras silvestres. Las dos figurantes de la fotografía contigua han decidido, con la firmeza de carácter que diferencia a las coliflores del resto de las verduras, por su corte cerebral, reconquistar el huerto del que, por manos ajenas y contra su voluntad, han sido violentamente expulsadas. La nueva carretera en vías de construcción tendrá que pasar por el huerto del amo Venancio, que con tanta dedicación las ha regado, desinsectado y fertilizado durante meses. Ahora, antes de terminar su completo desarrollo, han sido salvajemente arrancadas de la tierra, y, con sus raicitas colgando, y aún supurando savia, fueron brutalmente transportadas, en secuestro ilícito, durante horas hasta ser expuestas para su venta como esclavos ante una multitud de vegetarianos hambrientos. Cansadas de ser víctimas, y de tener que resignarse a los dictámenes impuestos por un sistema en el que ellas nunca eligieron creer, escaparon por la noche, en secreto, de Fruterías Marí y Asociados, donde por poco mueren brutalmente cocidas en la olla de Arco Iris, la clienta más asidua de la verdulería, temida en todo el reino vegetal por su especialidad en asados con bechamel. Ahora, resguardadas por la oscuridad de la noche, sin temor, se disponen a regresar a la huerta del amo Venancio, no sin antes descabalar los planes de ese camino de asfalto cuyo trazado alguien planeó sin contar con el trabajo milenario de los campesinos, verdaderos señores de la tierra.

(Continuará...)