viernes, 9 de julio de 2010

los topos de la pared marcan la trayectoria de la luz

jueves, 5 de noviembre de 2009

esas nubes en el horizonte


esas nubes en el horizonte

él
y el volumen de la luz.

esas nubes en el horizonte
mi espalda
y el canon de mis verdes botas viejas.

esas nubes en el horizonte
rojo
rosas
blancas

esas nubes en el horizonte
la candela del sol poniente
cala la bruma
cala el salitre

esas nubes…
esas nubes que no puedo quemar en el horizonte
que no puedo comer
que no puedo atrapar en un bote de cristal y mostrar como envidiable trofeo infantil.

esas nubes que en el horizonte
se dejan caer hacia atrás
y se estiran
y se deshacen
y se pulverizan

ese hueco vacío
azul
limpio, sereno
dónde dibujar mi luz
mi insomnio.

ese hueco
azul
oscuro
vacío
como el vientre de una recién parida

su hueco vacío denso
que puedo abracar con mis manos
y modelar una cueva sobre mi cabeza
y escribir en su cielo.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Mujer

Sueño la manera de saberte menos blanda
más esclava y más concisa

De quitarte los zapatos
con el polvo orgulloso de la escena
en las suelas y en los huesos

Con el rostro ya surcado
de caminos
con un único destino
confluyente
en el centro de la entraña

Mujer, al fin,
abre los ojos
y descansa

sábado, 19 de septiembre de 2009

Viento

Si sigo Durmiendo, moriré.

Me siento, silenciosa y extraña, frente a la ventana y el mar, como a esperar mi propia muerte.
De la nada se ha formado una espuma blanca, cabalgante como un velero, creando algo bello y efímero.

Durante el sueño he perdido pie de todo lo que conozco. El viento se ha dado la vuelta poniéndolo todo del revés. Una angustia profunda, un miedo de desaparecer me ha mordido de súbito, y la soledad azul no me devuelve la medida de lo real. Busco un papel por toda esta casa llena de un vacío sordo como un espejo que no avisa, como un golpe seco en la nuca. Después, la NADA.

Como no soporto la NADA, decido al menos plasmarlo en un papel.
Eso puede salvarme
?
o solo desviar un rato más mi atención del abismo.
Recorro toda la casa. En mi búsqueda hallo ventanas que han de ser desesperadamente abiertas. Tras ellas, la Vida. Los colores palpitantes no han muerto, ni el aire que me trae a la cara el olor fértil de la tormenta, todo, todo sigue vivo y yo respiro, desesperadamente respiro, como si acabase de sacar la cabeza a la superficie desde el fondo de algún lugar.

La densidad de la tarde y el sueño le han robado minutos a mi vida, hoy, y muchas tardes muertas como ésta en la que Todo continuaba palpitando de belleza. Y saber esto ahora, con esta claridad pasmosa, me hace sangrar cadenas de humo, me hace tratar de dar algunas bocanadas, desesperadas, como un pez pescado tratando de regresar al mar.

jueves, 3 de septiembre de 2009

03.09.09

Se me agrupan las emociones entre las paletillas y la bajada del cuello.
Hacia la desembocadura lumbar nadan entre huesecillos perniciosos, posturas congénitas y asexuadas.
El vino baña las paredes del estómago que recae en sí mismo devolviéndome la arcada por expulsar lágrimas desde una respiración diafragmática,desde una respiración agitada, desde un aborto de relajación que culmina en sudoración y quejido libertario, abandonando mi hombro izquierdo en aquella camilla.
Tras el dolor intenso de aquellas manos que como morteros se ceñían sobre mis extremidades, las caderas se bambolean a la misma altura.
Camino nocturna hacia mi casa.
...
Voy a vomitar!

lunes, 3 de agosto de 2009

En la ciudad.

Son las 2.39 am, Luna casi- casi llena pero no está en la casilla de Cancer que se muere porque la muerdan entre las piernas para tener una buena razón por la que sudar.
Dejando un lápiz al lado de su ordenador, se pregunta porqué cada noche las ojeras no decrecen y ella se limita a bostezar entre las sábanas deseando que la mañana siguiente sólo sea para recordar.
A pesar de los vagos pensamientos que se amalgaman con el sofá y los restos de un fin de semana, la dama de lluvia no descansa de su ilusión de generar una gran idea, que la levantará como un resorte hacia una actividad incansable que podrá realizar consigo misma!
Qué bonitO, es genial!!estar sola y divertirse, salir a la calle, como si nada me importara, mirar todos esos ojos sin miedo a que me violen.

Oculto mi identidad en el vecindario de mujer solitaria y sonrío, siempre sonrío! si muero trágicamente, estará todo preparado: antena 3 entrevistará a las vecinas en bata, que comentarán lo misteriosa pero simpática que era y qué sola estaba...

Coge el maldito bolso, siempre lleno de papeles y justificantes de vida, y corre, corre al atasco, a la cita, al tren, a la firma!Corre! mujer de hoy y del mañana, persigue tu sueño de mujer realizada que no se ahoga en una ciudad que detesta los zapatos planos.

Pero hay días,  que sólo me ahoga la ausencia, infinita, pesada y me besa las muñecas para que no pueda pegarla y arrastrarte junto a mí.
Un anuncio en que se miran, un libro con una bonita historia sorpresa, unas manos que se cruzan y vuelo a una futura vida, una probable vida, un calendario sin fecha, un rumbo seguro o casi seguro que llegará...
un nudo en la garganta un vaso de agua, un consolador unas onzas de chocolate una cerveza y una pena que se suicida en la terraza.
Una apuesta de sueños a distancia y el amor que crece y se consolida y hace aún más jodida la extrañeza de los cuerpos.
El empaque de la pasión en un sobre sellado.
Un sin sabor en el momento de acostarse, el frenesí de sentimientos que se deslizan horizontalmente y cabizbajos por los raíles telefónicos.
La nomenclatura muda de acallar la desesperación.
La puta congoja que a veces me empaña los ojos.
El caminar de vuelta a mi casa sabiendo que no estás y esa es la única verdad que se enreda en la llave que abre la puerta. La puerta que pulveriza la esperanza.
Hace corriente en el umbral, doy un paso. 
yo soy fuerte.

Pero también hay días en los que simplemente te amo y ya está.



lunes, 9 de febrero de 2009

¡Malditos Zapatos!

Avistaba a lo lejos tus zapatos
Su sonido de reloj constante
Atravesaba las laderas de mi tacto
Dándole alas a la carne lejana

Su eco en el pasillo estiraba
El tiempo como un invierno quieto
Esperando que tu susurro al oído
Derramara por mi ser todo un verano

Las margaritas se me deshojaban
Sin querer en el bolsillo
Una hilera de hormigas rojas
Caminándome debajo de la falda
A mi blusa se le escapaban los lunares
Detrás de los suspiros sonrosados
Por el tobogán de mi cuello una mano
Sujetándome las venas a galope

Y tus zapatos infinitos a lo lejos
Como un segundero roto

Los lunares de la blusa ya me andaban
Rodando todos por el suelo
Me abanicaba el calor
Con las pestañas generosas
Los botones le cedían espacio a un corazón
Que se me salía por la boca

Y tus zapatos, ya llegan
Recogiendo los lunares me olvidé
Que estabas ya tan cerca

- Buenos días, María
- Buenos días, Dr. Cuevas

Y se alejan a su despacho
Como cada día
Malditos Zapatos
Malditos
¡Qué agonía!