jueves, 5 de noviembre de 2009

esas nubes en el horizonte


esas nubes en el horizonte

él
y el volumen de la luz.

esas nubes en el horizonte
mi espalda
y el canon de mis verdes botas viejas.

esas nubes en el horizonte
rojo
rosas
blancas

esas nubes en el horizonte
la candela del sol poniente
cala la bruma
cala el salitre

esas nubes…
esas nubes que no puedo quemar en el horizonte
que no puedo comer
que no puedo atrapar en un bote de cristal y mostrar como envidiable trofeo infantil.

esas nubes que en el horizonte
se dejan caer hacia atrás
y se estiran
y se deshacen
y se pulverizan

ese hueco vacío
azul
limpio, sereno
dónde dibujar mi luz
mi insomnio.

ese hueco
azul
oscuro
vacío
como el vientre de una recién parida

su hueco vacío denso
que puedo abracar con mis manos
y modelar una cueva sobre mi cabeza
y escribir en su cielo.

domingo, 27 de septiembre de 2009

Mujer

Sueño la manera de saberte menos blanda
más esclava y más concisa

De quitarte los zapatos
con el polvo orgulloso de la escena
en las suelas y en los huesos

Con el rostro ya surcado
de caminos
con un único destino
confluyente
en el centro de la entraña

Mujer, al fin,
abre los ojos
y descansa

sábado, 19 de septiembre de 2009

Viento

Si sigo Durmiendo, moriré.

Me siento, silenciosa y extraña, frente a la ventana y el mar, como a esperar mi propia muerte.
De la nada se ha formado una espuma blanca, cabalgante como un velero, creando algo bello y efímero.

Durante el sueño he perdido pie de todo lo que conozco. El viento se ha dado la vuelta poniéndolo todo del revés. Una angustia profunda, un miedo de desaparecer me ha mordido de súbito, y la soledad azul no me devuelve la medida de lo real. Busco un papel por toda esta casa llena de un vacío sordo como un espejo que no avisa, como un golpe seco en la nuca. Después, la NADA.

Como no soporto la NADA, decido al menos plasmarlo en un papel.
Eso puede salvarme
?
o solo desviar un rato más mi atención del abismo.
Recorro toda la casa. En mi búsqueda hallo ventanas que han de ser desesperadamente abiertas. Tras ellas, la Vida. Los colores palpitantes no han muerto, ni el aire que me trae a la cara el olor fértil de la tormenta, todo, todo sigue vivo y yo respiro, desesperadamente respiro, como si acabase de sacar la cabeza a la superficie desde el fondo de algún lugar.

La densidad de la tarde y el sueño le han robado minutos a mi vida, hoy, y muchas tardes muertas como ésta en la que Todo continuaba palpitando de belleza. Y saber esto ahora, con esta claridad pasmosa, me hace sangrar cadenas de humo, me hace tratar de dar algunas bocanadas, desesperadas, como un pez pescado tratando de regresar al mar.

jueves, 3 de septiembre de 2009

03.09.09

Se me agrupan las emociones entre las paletillas y la bajada del cuello.
Hacia la desembocadura lumbar nadan entre huesecillos perniciosos, posturas congénitas y asexuadas.
El vino baña las paredes del estómago que recae en sí mismo devolviéndome la arcada por expulsar lágrimas desde una respiración diafragmática,desde una respiración agitada, desde un aborto de relajación que culmina en sudoración y quejido libertario, abandonando mi hombro izquierdo en aquella camilla.
Tras el dolor intenso de aquellas manos que como morteros se ceñían sobre mis extremidades, las caderas se bambolean a la misma altura.
Camino nocturna hacia mi casa.
...
Voy a vomitar!

lunes, 3 de agosto de 2009

En la ciudad.

Son las 2.39 am, Luna casi- casi llena pero no está en la casilla de Cancer que se muere porque la muerdan entre las piernas para tener una buena razón por la que sudar.
Dejando un lápiz al lado de su ordenador, se pregunta porqué cada noche las ojeras no decrecen y ella se limita a bostezar entre las sábanas deseando que la mañana siguiente sólo sea para recordar.
A pesar de los vagos pensamientos que se amalgaman con el sofá y los restos de un fin de semana, la dama de lluvia no descansa de su ilusión de generar una gran idea, que la levantará como un resorte hacia una actividad incansable que podrá realizar consigo misma!
Qué bonitO, es genial!!estar sola y divertirse, salir a la calle, como si nada me importara, mirar todos esos ojos sin miedo a que me violen.

Oculto mi identidad en el vecindario de mujer solitaria y sonrío, siempre sonrío! si muero trágicamente, estará todo preparado: antena 3 entrevistará a las vecinas en bata, que comentarán lo misteriosa pero simpática que era y qué sola estaba...

Coge el maldito bolso, siempre lleno de papeles y justificantes de vida, y corre, corre al atasco, a la cita, al tren, a la firma!Corre! mujer de hoy y del mañana, persigue tu sueño de mujer realizada que no se ahoga en una ciudad que detesta los zapatos planos.

Pero hay días,  que sólo me ahoga la ausencia, infinita, pesada y me besa las muñecas para que no pueda pegarla y arrastrarte junto a mí.
Un anuncio en que se miran, un libro con una bonita historia sorpresa, unas manos que se cruzan y vuelo a una futura vida, una probable vida, un calendario sin fecha, un rumbo seguro o casi seguro que llegará...
un nudo en la garganta un vaso de agua, un consolador unas onzas de chocolate una cerveza y una pena que se suicida en la terraza.
Una apuesta de sueños a distancia y el amor que crece y se consolida y hace aún más jodida la extrañeza de los cuerpos.
El empaque de la pasión en un sobre sellado.
Un sin sabor en el momento de acostarse, el frenesí de sentimientos que se deslizan horizontalmente y cabizbajos por los raíles telefónicos.
La nomenclatura muda de acallar la desesperación.
La puta congoja que a veces me empaña los ojos.
El caminar de vuelta a mi casa sabiendo que no estás y esa es la única verdad que se enreda en la llave que abre la puerta. La puerta que pulveriza la esperanza.
Hace corriente en el umbral, doy un paso. 
yo soy fuerte.

Pero también hay días en los que simplemente te amo y ya está.



lunes, 9 de febrero de 2009

¡Malditos Zapatos!

Avistaba a lo lejos tus zapatos
Su sonido de reloj constante
Atravesaba las laderas de mi tacto
Dándole alas a la carne lejana

Su eco en el pasillo estiraba
El tiempo como un invierno quieto
Esperando que tu susurro al oído
Derramara por mi ser todo un verano

Las margaritas se me deshojaban
Sin querer en el bolsillo
Una hilera de hormigas rojas
Caminándome debajo de la falda
A mi blusa se le escapaban los lunares
Detrás de los suspiros sonrosados
Por el tobogán de mi cuello una mano
Sujetándome las venas a galope

Y tus zapatos infinitos a lo lejos
Como un segundero roto

Los lunares de la blusa ya me andaban
Rodando todos por el suelo
Me abanicaba el calor
Con las pestañas generosas
Los botones le cedían espacio a un corazón
Que se me salía por la boca

Y tus zapatos, ya llegan
Recogiendo los lunares me olvidé
Que estabas ya tan cerca

- Buenos días, María
- Buenos días, Dr. Cuevas

Y se alejan a su despacho
Como cada día
Malditos Zapatos
Malditos
¡Qué agonía!

miércoles, 4 de febrero de 2009

La memoria de la fruta

Quisiera poder imaginarme
El horario de tus venas desgastadas
La tierra acumulada entre tus poros
En qué parte de la lengua
Se guarda la memoria de la fruta

Dónde se te rezagan los pensamientos dormidos
Si se te cuelgan del bastón como polvo inoportuno
O si es detrás del espejo que se te pierden como liebres huidizas

Quisiera conocer el remolino de tu pelo
Testigo de todos tus minutos blancos
En qué parte del armario cuelgas las horas
El lugar donde se duerme el olivo

Dónde se te esconden los nombres de tus hijos
Cuando el nomeolvides aún corona de tu casa la verja
Por qué no pierdes el sabor del primer vino
Ni lo absurdas que a tus pies se les han vuelto las aceras

lunes, 2 de febrero de 2009

Crónica de un deshaucio


(WARNING: este espacio contiene información no apta para enfermos del corazón)

2.16 a.m.: Avanzadilla nocturna en las llanuras silvestres. Las dos figurantes de la fotografía contigua han decidido, con la firmeza de carácter que diferencia a las coliflores del resto de las verduras, por su corte cerebral, reconquistar el huerto del que, por manos ajenas y contra su voluntad, han sido violentamente expulsadas. La nueva carretera en vías de construcción tendrá que pasar por el huerto del amo Venancio, que con tanta dedicación las ha regado, desinsectado y fertilizado durante meses. Ahora, antes de terminar su completo desarrollo, han sido salvajemente arrancadas de la tierra, y, con sus raicitas colgando, y aún supurando savia, fueron brutalmente transportadas, en secuestro ilícito, durante horas hasta ser expuestas para su venta como esclavos ante una multitud de vegetarianos hambrientos. Cansadas de ser víctimas, y de tener que resignarse a los dictámenes impuestos por un sistema en el que ellas nunca eligieron creer, escaparon por la noche, en secreto, de Fruterías Marí y Asociados, donde por poco mueren brutalmente cocidas en la olla de Arco Iris, la clienta más asidua de la verdulería, temida en todo el reino vegetal por su especialidad en asados con bechamel. Ahora, resguardadas por la oscuridad de la noche, sin temor, se disponen a regresar a la huerta del amo Venancio, no sin antes descabalar los planes de ese camino de asfalto cuyo trazado alguien planeó sin contar con el trabajo milenario de los campesinos, verdaderos señores de la tierra.

(Continuará...)

jueves, 15 de enero de 2009

Cazadora de Tormentas

Hoy también hace viento como el día hermoso en el que os amaba. La atmósfera ayer, sin embargo, cargaba el aire de una pretensión extraña, la de confundir a todos los humanos con una electricidad presente como un tercer ser. Había un olor a tierra que aún no se ha mojado, y los objetos a las cinco de la tarde se paseaban por la soledad de la calle con una vida inquietante. ¿Qué era esa vida extraña que poblaba el ambiente de un modo tan claro que casi podía tocarlo? Y no se podía llamar bochorno porque no había nubes, de ahí que el cielo quería confundirnos y volvernos locos, haciéndonos esperar durante todo el día y toda la noche una tormenta inminente que no había de caer, electrificando y desequilibrando el pequeño ser natural del que aún estamos hechos, del que aún formamos parte. “Qué día tan extraño”, decía alguien de pronto, en mitad de un silencio súbito. A todos nos aletargaban el calor y el humo. Volvían las risas y las charlas densas, todo parecía normal, pero impregnada en el aire se palpaba una tensa espera. Al menos para mí. Qué día tan extraño, por fin va a descargar el cielo, pero no descarga y me va a dejar esperando con mi congoja, sin ayudarme a sacarla.

Supongo que quería que el cielo rugiera por mí, y esperaba poder hacer un ritual ayudada por la naturaleza que siempre parece ponerse de parte de uno en estos trances. Esperaba poder mojarme la cara con la lluvia y danzar. Pero con ella nunca se pueden hacer planes.

- ¿Qué quieres?
- Que caiga ya, que caiga...

Pero, con ella, nunca se pueden hacer planes.

Caminaba, pesada y desorientada, por la habitación como una parturienta a la espera. Como si en mi mismo vientre llevase, hecha carne, la carga espesa de la que quería deshacerme. Me echaba las manos a la espalda para mitigar mi dolor, y me pasaba una mano por la frente para subsanar el malestar extraño de mis átomos desconfigurados por la atmósfera. Es lo que tiene sentirlo todo. Cuando te hago el amor toco la cúpula del Universo, pero ésta es la otra cara de sentirlo todo, que cuando el Tercer Ser se presenta y sopla en tu oído tú lo oyes, lo oyes todo, y si el mundo está vibrando en negro tú vibras en negro con él.

Brrrrrrrrrrrrrrrooooooommmm por fin un trueno. La tierra se estremece haciendo vibrar mis huesos. Uno por uno chocan convirtiendo el sonido en un escalofrío que me recorre hasta la nuca, el lugar donde reside el miedo. Allí se para y me estremezco, no de miedo, de placer, al tiempo que un rayo ilumina la sala. El tercer ser que me habita se vacía con las primeras gotas que mojan mi cara en la terraza contaminada. Otro trueno. Y entonces lo sé. Tu avión ha sido alcanzado por el rayo que veré dentro de unos segundos, dos, tres, que me dirán a qué distancia volabas, cuatro, cinco, que dirán lo lejos que estoy yo de la tormenta, seis, siete, que me ponen a salvo de tí y del futuro que tendría que haber cerrado entonces, esa tarde inquieta, antes de empeñarme en ser cazadora de tormentas.

jueves, 8 de enero de 2009

Otra "LA OTRA"

Sucede en ocasiones
que se me llena la boca
de un grito dividido
Mientras yo quiero quedarme mi otra yo se desdobla y dice
*tengo que irme*
Quisiera tirar de su brazo y decirle que se quede
pero ella camina con paso apresurado, está doblando la esquina
ya llegó a otro lugar
y yo, entonces
me quedo
Ella es clara y ligera
y yo oscura y mi boca se divide en un grito de dos colores
Me como a la vez un pastel de fresa y un chile verde
Bebo aguardiente con leche para bebés
Mi labio sangra y río
mientras muerdo la Vida
su manzana y sus fracasos